domingo, enero 23, 2011

eLearning como actividad de I+D+i

Internet. Aprendizaje informal o natural

Es un lugar común el afirmar que el aprendizaje en el ser humano es algo natural. Se entiende que es consustancial con la naturaleza humana, como parte de su dinámica interna. Como un impulso de adaptación continua al entorno.

En un contexto general o abierto, el comportamiento humano se orienta en función de criterios de supervivencia; cuando la supervivencia ya está cubierta, aunque siempre es una situación inestable, se procesan otras necesidades de comodidad, estabilidad y equilibrio; en esta nueva situación el aprendizaje natural se relaja, y su activación pasa por impulsos no tan naturales, como el cuestionamiento, la creatividad o el pensamiento crítico. Y podemos llegar a la situación en la que el aprendizaje produce desequilibrio, incertidumbre y rechazo; en la que no se quiere aprender. Para aprender es preciso estar abierto a cuestionar lo que ya se conoce, y aceptar de inicio la ignorancia como base del aprendizaje.

En un entorno profesional podemos asimilar la supervivencia al mantenimiento del puesto de trabajo, e incluso la posición de poder en el grupo, la empresa, la sociedad; a la lucha por la jerarquía en el grupo social o en el clan.

El aprendizaje natural está asociado al grupo en un proceso de transmisión de los conocimientos, que al no ser transferidos vía genética, es preciso conservar en la siguiente generación vía el aprendizaje. A veces con razón se afirma que en la educación del niño participa toda la tribu.

El aprendizaje natural requiere de la necesidad, del desequilibrio, del crecimiento, de la distancia del orden; de la incertidumbre, de la supervivencia física o intelectual. Este ir y venir del orden al desorden, al caos, es parte intrínseca del aprendizaje natural.

La autoorganización de estos procesos de aprendizaje natural lleva a que tengan lugar en diferentes tiempos y espacios, en cualquier lugar, en cualquier momento (anywhere, any time) que se ha dicho del elearning. Esta libertad, en la que el aprendizaje es un proceso activo y continuo, se contrapone a la escolarización tanto de niños como de adultos con el aprendizaje confinado en un aula y con un tiempo dedicado a ello, o sus trasuntos tecnológicos de organización y gestión de la formación en Internet.

Como desde pequeños nos han acostumbrado a que el aprendizaje tiene su espacio y su tiempo, nos han escolarizado; ahora separamos trabajo y aprendizaje, vida y aprendizaje, desnaturalizamos el aprendizaje, y solo lo reconocemos como asociado a una formación organizada previamente.

El aprendizaje informal no es sino aprendizaje natural.

Ahora, después de haber realizado el recorrido en círculo, del aula al ordenador, del autoaprendizaje a la cooperación, y de la programación al conexionismo, volvemos a descubrir el aprendizaje natural en forma de aprendizaje informal. Aprendemos en los procesos cotidianos de búsqueda, de selección, de intercambio, de comunicación, de participación, de intervención en situaciones más o menos complejas , etc. Y este aprendizaje no está predefinido, predeterminado, pautado, objetivado y soportado por contenidos previamente elaborados; es un aprendizaje abierto, caótico, divergente, sin contenido previo, creativo e integrado en el cerebro de la persona que aprende, alimentador del conocimiento personal, sin una necesidad de memorización, repetición y reproducción de lo ya conocido.

En la medida que este aprendizaje informal se mantiene en lo cotidiano, no previsto, incierto, con muchas relaciones posibles tiene sentido hablar de una propuesta didáctica basada en la pregunta, a diferencia de la formación formal o no formal que se ancla en lo definitivo, lo conocido y que solo puede basarse en la respuesta.

En el primer caso las personas a diario están en un mundo nuevo cuyo devenir es incierto, abierto, complejo; mientras que en el segundo caso estas mismas personas quedan ancladas en mundos definitivos y certeros donde los contenidos formativos llevan a la repetición y a la copia del que aprende.

Aceptar la pregunta es entrar en el caos, aceptar la incertidumbre y no oponerse a ella, nos permite acercarnos a una realidad compleja, sin simplificaciones previas en donde las incertidumbres son parte de nuestra actividad cotidiana. Pero esta pregunta, esta incertidumbre generadora de desorden se termina ordenando en un proceso de retroalimentación en el que existe un proceso de intercambio que redirige la actividad, en un contexto de cooperación.

El aprendizaje informal / natural es eminentemente práctico.

Un aprendizaje práctico se orienta más al cómo hacer que al qué hacer, tiene una prevalencia el saber porqué y cómo hacer algo, sobre el conocimiento teórico que lo describe, ordena y orienta. El aprendizaje práctico lleva a inmiscuirse en la realidad que se aprende, a participar y a buscar la participación de otros para compartir las decisiones.

La autonomía en el aprendizaje es una de las características del aprendizaje informal o natural, la autonomía entendida como la concreción de las directrices generales en un proceso en el que el que aprende se observa y autoanaliza libremente. Las directrices las establecen los que ya tienen el conocimiento, y la puesta en la práctica nos hace reconocer los errores, y a partir de ellos reconocer las nuevas posibilidades.

Los tiempos únicos y lineales son sinónimos de respuestas únicas ligadas a la certidumbre de que las cosas solo pueden ser de una manera, hacia la uniformidad del conocimiento. La aceptación del espacio y tiempo múltiple y abierto ligado al contexto y a la autoorganización del aprendizaje y a la realimentación colectiva, nos permite aceptar las preguntas subjetivas y multiplicar las posibles respuestas.

martes, agosto 30, 2005

No tan sencillo

La base de este espacio de intercambio está en considerar quer los procesos que se han entendido como simples, en realidad han sido simplificados para entenderlos. Tanto la ciencia como la filosofia han actuado de esta manera.
La complejidad se ha querido evitar, y ahora es necesario absorberla en nuestra concepción, a costa de introducir mayor inestabilidad e incertidumbre en nuestro discurso.
El aprendizaje es uno de los procesos que se han entendido como naturales, al hablar de aprendizaje intencional nos encontramos en la experiencia que no es así, no es un proceso natural sino edn muchos casos un proceso forzado. Las pesonas NO quieren aprender, esto les supone un cambio en sus concepciones, supone cuestionar lo que ya saben. Las personas, en un momento dado, se valen de lo que saben para hacerse una imagen a semejanza y a conveniencia del mundo, sean estas creencias falsas o no a la luz de los diferentes paradigmas.
Por otro lado, el cerebro aporta su capacidad de hacer que la percepción incompleta que tenemos de las cosas nos sirva, complementando la percepción incompleta y parcheando la memoria.
Cuando se habla del cerebro, se habla de los procesos primarios de aprendizaje en las primeras fases de su configuración en la persona, pero no se trata de lo que supone el proceso de aprendizaje una vez somos adutos.
El aprendizaje se presenta desde lo conceptual como una agresión al modelo que previamente nos era válido y nos servía para realizar nuestras actividade de la mejor manera posible.

Entonces, ¿por qué y para qué aprender?